CUANDO ESTÉ TRISTE
Cuando esté triste llévame hasta el mar. Llévame a sentir el frío en los huesos y la sal en los ojos. A que el sonido de las olas rompiendo en la orilla se me meta dentro y resuene en mi interior hasta deshacer el nudo en la garganta. Llévame como hiciste entonces, cuando había pasado demasiado tiempo lejos de la costa. Y siéntate en la orilla, agarrado a mi mano como si estuviésemos esperando que la brisa haga nuestro amor más eterno que el de Annabel Lee.