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Mostrando entradas de noviembre, 2019

TODA LA MAGIA

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Dame la mano. Déjame leer sus líneas. Tu destino está escrito en la forma en la que atraviesan tu piel. Quizá yo esté marcada en ellas. O quizá no. Pero es tu futuro. Puedo echarte las cartas también. Hay tantas opciones: el tarot, la baraja española, las profecías gitanas... Sus dibujos te enseñarán más cosas sobre tu vida, sobre el presente y lo que está por venir. Puede que te muestren el camino. Podrías conocerlo ahora mismo. ¿Me preguntas qué escogería yo? Yo llegué a este mundo antes de lo que estaba previsto solo para nacer bajo la protección de los gemelos. Por eso me gustan las sorpresas. Además ya llevo demasiado tiempo en esto como para querer saber cómo sucederán las cosas.  A lo mejor te interesa algo más antiguo. Podemos buscar tu relación con las estrellas y los árboles. O escudriñar el significado de los posos del té que acabas de beber o de la cera de vela derretida sobre un cuenco de agua. Tengo una bolsa de runas y unas monedas chinas que no me cos

STRANGERS IN PARADISE

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Cuando me sumergí en el mundo de los comics, descubrí que había mucho más allá de los superhéroes. ¡Ojo, que también me gustan! Pero en aquel momento de mi vida yo necesitaba otra cosa. Había terminado con Sandman y me compré de una tacada veinte comics de Calvin y Hobbes . Aún no tenía muy claro qué buscar en ese tipo de tiendas, en las que mi amigos entraban y se desplegaban buscando los nuevos números de sus series favoritas. Yo no seguía ninguna. Aún. Entonces llegó a mis manos el primer tomo de Strangers in Paradise . Lo primero que me llamó la atención fue el dibujo. Es en blanco y negro y las protagonistas son chicas normales, con cuerpos normales. De hecho, Francine es lo que a día de hoy se conocería como "curvi". Cuando leí el primer tomo me quedé enamorada de la historia. Contaba la vida de tres amigos. Sus días, sus relaciones, sus problemas, sus cuelgues... Un poco como Friends , pero con menos gente. Aún. La parte de novela negra llegaría después

CORAZÓN DE MAR

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La Entada gigas  es uno de los árboles trepadores más grandes del mundo. Crece en las selvas tropicales africanas, sudamericanas y asiáticas y pertenece a la familia de las leguminosas. Genera unas vainas con semillas planas en su interior que pueden llegar a medir unos 10 cm de diámetro. Este tipo de árboles crece al lado de ríos por lo que, al madurar, sus semillas caen al agua y son arrastradas por la corriente hacia el océano. Muchas de ellas se pierden en las profundidades, pero otras llegan a tierra y germinan fácilmente, dando nuevos ejemplares. Es por eso que los marineros las llamaban "corazón de mar", y las guardaban en sus bolsillos para que les diera suerte al atravesar el Atlántico. Estas semillas llegaban a playas en las que no se conocía la planta y eran tomadas por un talismán. En la costa española, los joyeros las recogían y las engarzaban para crear dijes que se lucían en el traje de bodas de La Alberca y que llevaron hasta los Austrias. Se decí

LOS PASOS DEL INARI

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El inari entró despacio en el patio de aquel castillo inglés. Estaba siguiendo a un chico que había llamado su atención un rato antes. Le había visto bailar en la calle, levantándose del suelo en giros imposibles, como si la gravedad no fuese una constante para él. Sus movimientos le habían hipnotizado hasta el punto de olvidar lo que estaba haciendo antes de encontrárselo. Cuando recogió sus cosas y se marchó de allí, el inari intentó imitarle, pero sus nueve colas se le enredaron entre las patas y le hicieron caer al suelo profiriendo un aullido lastimero. Él no era torpe, más bien todo lo contrario, así que si no podía hacer esa danza, era porque aquel chico tenía que poseer algún tipo de magia. Rápidamente le buscó por las calles y se convirtió en su sombra. Pero una vez que entró en aquel lugar se le acabaron los sitios tras los que esconderse. El inari se transformó entonces en una hermosa joven, enroscó sus colas bajo el vestido y respiró hondo. Hacía siglos que no util

HALLOWEEN

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Nunca he aprendido a vaciar calabazas. Todos los años, por estas fechas, saco del armario mi navaja vieja para llenar de caras naranjas mi oscura casa. Mi casa es muy grande y sus ruidos me asustan, así que descarto las caras terribles de mi imaginación y pretendo dibujar en vegetales simpáticas sonrisas que no conoce mi memoria. Antes era distinto, antes vivías aquí y llenabas parte de la soledad y rodeabas mi camisa de franela conmigo dentro y me arrastrabas hasta el jardín lleno de caras de Halloween en las que brillaban velas. Nadie hacía las muecas como tú, pero nunca me enseñaste a vaciar las calabazas. Ni eso ni a poner bombillas, cortar el agua o segar el césped, pero no es lo mismo. Terminamos separándonos aun estando juntos. Los rincones en los que te quedabas se convirtieron en tu hogar y podía oírte reír escondido detrás de los muebles, con tu navaja vieja, escribiendo cosas que no significaban nada para mí. Tuve miedo, pero no de ti, sino de tu tristeza. Tu