Mis historias malditas

  Salamanca guarda su historia en piedra. Cada verano, cuando la luz del sol vuelve doradas sus calles, aparecen ante los ojos de los curiosos personajes de otras épocas, músicos, artistas circenses, actores y actrices... creadores de espectáculos que nos hacen ver los viejos edificios con ojos nuevos o sentir que el tiempo a vuelto atrás, que podemos hacer tratos con el diablo si vamos a la cueva en la noche adecuada o encontrar un tesoro bajo una concha tallada. Y es que, en los meses de calor, el programa "Plazas y Patios" busca extraer los secretos de la arenisca y contarnos esas historias escondidas que aún están vivas, y que lo que fue y lo es conviven en el arte. Por ejemplo, la obra Muñecas rotas (la casa de las recogidas), nos transportará a los años ochenta. Las madres adoratrices acogían a jóvenes descarriadas para ayudarlas a enderezar sus vidas, pero desde que murió la madre Régula, parece que no hay tanta disciplina.  A Roberto Sánchez Nieto, su autor, le gusta

  Hace unos dos años, antes de la pandemia, estábamos preparando un espectáculo basado en "Big fish". Ya teníamos a los participantes listos, el guion, y estábamos haciendo unas fotos chulísimas para las promos. Las coreografías empezaban a perfilarse, pero algunas daban problemas. La distancia dificultaba los ensayos, no en todos los teatros podíamos colgar telas del techo y, además, tuvimos que hacer algunos cambios radicales en la historia. Yo había pensado bailar el tango de "Roxane", fusionado con contemporáneo, con uno de los actores. Pero al final cambiamos a los protagonistas y tuve que replantearme esa idea. Pensé en mantener el estilo contemporáneo y bailar como solista "Bury a friend", pero me gustaba más la idea de incluir al nuevo actor y decidí bailar "Until we go down" y que él bailara el final conmigo. Entonces descubrí "Con las ganas" de Zahara y me pareció de esas canciones que dicen cosas que he sentido a veces. En nu

  La mayoría de las veces me cuesta encontrar un título para mis relatos, algo impactante que enganche al lector y haga que quiera coger mi libro de la estantería sin conocer mi nombre. En esta película, a Marty le pasa justo lo contrario, tiene el título perfecto para su guion: "Siete psicópatas". De lo que no tiene ni idea es de qué hacer con la historia, solo que quiere que uno de sus asesinos sea budista. Su amigo Billy, un actor sin trabajo, intenta sacarle del pozo creativo en el que se encuentra. Billy se ha metido en un negocio con Hans, un hombre religioso y oscuro, que se dedica a robar perros a gente rica para cobrar el rescate y poder pagar el tratamiento contra el cáncer que necesita su mujer. El problema es que el último chucho que han secuestrado, es la adorada mascota de un violento mafioso. Durante la huida, los tres personajes se hermanan cada vez más y se cuentan historias que podrían servir para completar el guion de Marty, de la misma forma que lo hará el

  Siempre imaginé el bloqueo del escritor como un pozo vacío en el que se habían secado las ideas y no había de dónde sacar otras nuevas. Ahora me doy cuenta de que, en mi caso, es tener un pozo rebosante de ideas que me salpican mientras yo no dejo de ir de un lado para otro, atareada con otras cosas.