Mis historias malditas

  Hace mucho que no hay música en este blog y ya estaba tocando. Hoy dudaba entre dos solistas actuales que escucho bastante, pero entonces me he acordado de este grupo y todo ha hecho "click".  En este momento, en que retomamos con fuerza el proyecto que quedó parado por la pandemia y que se había enquistado y no quería terminar de florecer, ellos, que ya estaban presentes, han abierto otra línea de acción. No una, sino dos canciones suyas van a contar parte de la historia del circo Calloway. Mis alumnas este año van a conocer el poder de Massive attack. Este grupo inglés comenzó haciendo trip hop en los 90 con buenas críticas, pero fue en 1998, con Mezzanine cuando encontraron el estilo musical que les define, una mezcla ecléctica de música electrónica oscura con un punto de jazz, rock, dub, house... en la que el sonido de teclado, batería, bajo, violín, se funden con las voces limpias de un montón de colaboradores.  Sus ritmos, aparentemente repetitivos y densos, se cuelan

  Acaba de pasar San Valentín, y toca entrada de amor.  Toca hablar de ese sentimiento que te mueve por dentro, que está ahí para lo bueno y lo malo, sin que importe el tiempo entre medias. De ese amor que implica mil horas de risas, de abrazos, de conversaciones sobre cualquier tema, de comprensión aunque no siempre se vean las cosas igual. Algo que viene de antiguo, de cuando aún parecía que nos comeríamos la vida y nada importaba más allá del hoy. Qué curioso comprobar que si me rompo, están las mismas voces al otro lado del teléfono, esas que me anclaron a la realidad y tiraron para levantarme. Qué curioso también que siga llegando gente como por casualidad, y que se formen lazos tan fuertes que casi parecen de sangre, y que resisten al paso de la vida hasta convertirse en familia, que me enseñan tanto. No sé si ya conté alguna vez que de pequeña me dijeron que la amistad se disipa entre los dedos de la edad adulta y es difícil de conservar. Desde entonces siempre he querido evitar

  Mañana llega el año nuevo chino, año del dragón de madera. Cada conejo ha cruzado el río lo mejor que ha podido, tomando sus decisiones y siguiendo el camino que decidió y... ¿Ahora qué? Pues ahora llega el emperador de los animales, el dragón, sobrevolando todo y teniendo por fin una visión global del desastre que se había formado en los últimos años, con la que la elección de camino estará más clara. Es el momento de fijar metas y tomar decisiones, de buscar la prosperidad tanto en el plano personal como en el profesional. Los dragones chinos simbolizan el poder definitivo. Muchos aparecían en tiempos de paz, cuando los gobernantes eran buenos, pero el de madera en concreto, es más introvertido y no sabe relacionarse bien, así que no parece que anuncie el entendimiento global que tanto necesitamos. Tendremos que centrarnos en lo personal. Porque, aunque el dragón de madera también es menos entusiasta que los demás, no deja de ser un símbolo de buena suerte. Así que ya sabéis, quizá

La anciana está sentada en una piedra, con los ojos cerrados y la cabeza girada hacia el sol, sintiendo el calor de los primeros días de primavera. —¿Seguimos?  La pregunta la saca de su sopor y les dirige una mirada a las cuatro niñas que están sentadas en el suelo, frente a ella. Antes había muchas más en la llegada de las primaveras, antiguamente... —Ya hemos atado el aro —le dice una de las niñas mostrándole un círculo hecho con ramas verdes de sauce. —Ya veo, ya —le sonríe la anciana—. Entonces ha llegado el momento de que aprendáis a tejer. Y mientras les muestra a las niñas con sus envejecidas manos como trenzar la lana sobre su recién hecho bastidor, empieza a contar una historia que ha repetido cientos de veces: —¿Sabéis, niñas? Podemos hacer este cazador de sueños gracias Abuela Araña. Cuando el pueblo chippewa se asentó y comenzó a crecer, ella ya no podía vigilar los sueños de todos los niños, así que les enseñó a las mujeres a tejer una red dentro de un aro para atrapar la