Mis historias malditas

  Como las agujas de todas las brújulas señalaban a sus ojos, él perdió el norte por ella y se enamoró intensamente. Se amaron hasta que él dejó de buscar su camino con mapas y un día, después de un abrazo, se marchó. Tras un tiempo apareció un mago, que sacó margaritas de su ombligo y realizó los más increíbles trucos. Pero nunca le desveló el secreto de desaparecer en una nube de humo. Entonces oteó a un viajero, que encalló de un golpe en su corazón, produciéndole una pasión intensa que dejó una herida sangrante cuando, al poco tiempo, él puso rumbo a otros ojos. Cansada, introdujo ambas manos en la herida y cubrió su corazón con algodones. Cuando aquel chico se sentó a su lado, ella estaba zurciendo una enorme costura bajo su pecho izquierdo. A ver si así recuerdo las cicatrices que hay debajo, pensó mientras él comenzaba a hablarle. Este relato quedó 3º en el primer concurso organizado por Literatura Abstracta, sobre historias basadas en grafitis, y está recogido en su libro

  Llegué a esta ilustradora gracias a un comentario en instagram y me enamoré de sus dibujos. Entonces vi que acababa de publicar un libro y me puse en contacto con ella para encargarlo. Con nuestra breve conversación por audios de whatsapp me enamoré de Irina Hirondelle . Al final, fue otra persona la que siguió hablando con ella para regalarme el libro por navidad. Y cuando llegó, con su envoltura que sujetaba un par de ramas de bayas, las postales, las pegatinas y la preciosa libélula de la contraportada, me enamoré (más aún) de quien me lo regaló. Poco a poco fui adentrándome en sus páginas, una al día, para que me durara lo más posible, para que las historias y los dibujos se hiciesen parte de mí. Y, por supuesto, estoy totalmente in love con él. Es un herbario, y habla de plantas, de sus usos y de leyendas relacionadas con ellas. A mí, que crecí viendo el Vademecum botánico de mi abuela como un tesoro sagrado que descansaba en la estantería mostrando el dibujo de su portada, en

  Las coincidencias suceden cuando coinciden dos hechos o cosas. En el caso de esta serie, los que coinciden son dos personas: Marta es una diseñadora de vestidos de novia y Javi un crítico gastronómico. Los dos pertenecen a mundos diferentes y solo tienen en común que les gustan sus vidas y su independencia. La coincidencia empieza cuando Marta se plantea ser madre y a Javi se le aparece una niña, que en realidad es una proyección inconsciente de su deseo de paternidad. A partir de entonces todo depende del azar. Por azar pueden pasear a la misma hora por el mismo parque o reservar el mismo día en el mismo restaurante... pero eso no significa que se encuentren. O sí. Al final, el azar proporciona las coincidencias, no lo que se hace con ellas. Esta serie es una comedia romántica en la que no todo es color de rosa, en la que los diálogos te hacen pensar en que por estar en pareja no dejamos de ser seres humanos con sus ideas y sus egocentrismos y que me ha sacado una sonrisa o una cong

El lobo se enamoró de ella, de sus ojos negros, de su blanca lana. Le entregó su alma y se amaron durante toda noche. El alba lo encontró en el fondo del río, con las tripas llenas de piedras. Y es que hay ovejas que no saben ver más allá de los cuentos.