LORCA

Tengo uno de esos ratos, en que el mundo gira al bies, se me revuelven los días, los sueños muerden mis pies. Pues no sé ni lo que quiero, ni quiero lo que yo soy. Ni los oros, ni los vientos, lo que tengo, te lo doy. Mas lo que no puedo darte refulge con tal ardor que no se apaga la brasa de mi maldito dolor. Parece que voy en contra y rasgaría mis venas, ya de tigre, ya paloma, porque no soy ya azucena. Hasta que calmaste tú con palabras mi locura, solo me falta tu abrazo. Yo una lorca, tú mi cura.