LA CUEVA DE SALAMANCA

Cuenta la leyenda que en la iglesia de San Cebrián, en la cripta excavada bajo sus cimientos, el diablo impartía clases de magia negra y hechicería a siete alumnos que estuvieran más interesados en estudiar con él que con los decanos de la vecina Universidad de Salamanca. Les daba clase durante siete años, tras los cuales, uno de ellos debía quedarse como sirviente suyo para toda la eternidad. 

Ese uno sería inmortal, pero pasaría sus inagotables días como esclavo de Satanás. No era para tomarlo a broma, aunque estaba la posibilidad de ser uno de los otros seis y salir de allí libre e imbuido de sabiduría arcana... Demasiado tentador para algunos. 

Entre los que probaron suerte se haya Enrique de Aragón, el Marqués de Villena, que fue elegido para quedarse por ser el más aventajado tras los siete años de enseñanzas, y que logró engañar al demonio, dejando solo su sombra en la cueva.

Por su negra reputación, Isabel la católica mandó tapiar la entrada y, tras la destrucción de la iglesia a finales del siglo XVI, los restos de la sacristía se usaron como carbonera del aledaño Palacio de Albandea, del que aún hoy se conserva la torre, denominada de Villena en honor al Marqués.

No fue hasta mucho después cuando se restauró y volvió a abrirse al público, primero la cripta y después la torre. Y gracias a su leyenda, hace tiempo que cuentacuentos y actores narran todas las historias que se dan la mano en este lugar, reales o ficticias, según quiera creer cada uno. 

Hay quien dice que la cueva la creo Hércules, para llenarla de libros y dejar conocimiento en esta ciudad. Otros hablan de que formó parte de un laberinto subterráneo diseñado por los celtas o los árabes. Los más codiciosos, hablan de que tras sus muros se encuentra el desproporcionado tesoro de una súcubo, al que se puede acceder si se posee una vela mágica... Sea cual sea la historia, la magia siempre ha salpicado estas piedras tanto que, cruzando el océano, a las cuervas donde las brujas realizan aquelarres se las conoce como salamancas.

Como me encantan los cuentos (y más los que contienen magia, misterio y oscuridad) le tengo un especial cariño a este lugar. Y si también os gustan estas cosas, os recomiendo que vayáis a ver la representación que se hace cualquier viernes o sábado de julio o agosto, a las 21:00, 21:30 o 22:00. Escuchad la versión de la historia que cuenta el grupo Noesis, os dejará el cuerpo llenito de leyenda y una sonrisa enorme en la cara.