ROZALÉN Y BEATRIZ ROMERO
Ya he contado que dejé de escuchar la radio cuando dejé de conducir. Y ya va a hacer siete años que no tengo coche, así que las novedades musicales se me escapan. Todo lo que no me recomienden (mis amigos o Youtube) o me llame la atención en una serie o película, ni me suena.
Cuando Rozalén comenzó su viaje, la vi de refilón en la tele y no me pareció que pegara conmigo, así, sin más. Tuvieron que pasar dos años para que me volviera a encontrar con Girasoles y me parara a escuchar su letra. La música seguía sin ser de mi estilo, claro, pero las palabras... ¡Ay, las palabras! Esa poesía sí que era de la que me gustaba.
Tiempo después, ensayando en Zamora, vi una de las coreografías de Bea que me enamoró, por la música y por el baile, lleno de giros flamencos (o ATS) y de floreos. Le pregunté y me dijo que la canción era Levántate, de Rozalén. Se había comprado el disco y su madre y ella lo escuchaban por primera vez en el coche. Cuando llegaron a esa canción, las dos supieron que tenían que bailarla. Y fue precioso.
Al año siguiente le pedí la coreografía y la hice mía. Mantuve las vueltas y los gestos, pero añadí mudras hindúes, porque yo soy muy de mezclar todo y porque es mi manera de expresar las palabras y de rendir homenaje a Beatris Romero. Ella es la maravillosa artista que canta canciones para quien no puede oírlas al lado de la manchega. Yo no conozco el lenguaje de signos, pero alguno le copié para rellenar las palabras que no fui capaz de traducir desde las danzas indias. Fue entonces cuando vi muchos vídeos de las dos y me enamoré de la forma que tienen de hacer las cosas, del espíritu que hay detrás de sus conciertos, de su alma. Y Levántate se ha convertido en una de mis coreografías preferidas, con la única que disfruto estando yo sola en el escenario. Sentimiento puro.
Llegó mi cumpleaños, y como siempre le pedí una canción a todo el que me felicitó. Mi madre, que me conoce y me quiere como nadie, me envió Las hadas existen. Lloré de emoción, de lo bonita que es la letra, de lo bonita que es mi mami. Y me fui de cabeza a por el disco. He de decir que esta mujer canta de todo, en muchos estilos, reivindicando mucho, pero que trasmite un buen rollo increíble, y eso siempre es bueno. Y que no me equivoqué a la segunda, sus letras son de las que tienen un más allá, de las que te tocan la patata.
Ha pasado tiempo y me leí Cerrando puntos suspensivos mientras me teñía el pelo de azul, me emocioné con La llorona en el concierto de Salamanca del año pasado, exactamente igual que lo hice cantando ayer todas las canciones que versionó en el concierto que nos regaló por redes sociales. Creo que Rozalén es una cantante interesante, a la que merece la pena escuchar. Y creo que ella y Beatriz Romero son personas bonitas por dentro, sinceras con lo que hacen. Puede que me equivoque, al final lo que se ve es lo que quieren mostrar, pero desde luego lo que enseñan da ganas de abrazarlas. me alegro un montón de su éxito. Música para los oídos y la vista.
Yo la primera canción que escuché de esta mujer fue "Comiéndote a besos". Una compañera de uno de mis antiguos trabajos la mencionó mientras hablábamos de letras de canciones sorprendentes. No es mi estilo, pero no me disgustó. "Levántate", en cambio, me parece una mezcla curiosa de mística y sensual. Eso demuestra que Rozalén hace lo que le da la gana y que es una artista muy versátil, y son dos cosas que admiro mucho. No sabía que iba acompañada de una mujer que cantaba sus canciones en lengua de signos, pero me parece un detallazo.
ResponderEliminarSí, la verdad es que nunca se me habría ocurrido, pero es algo genial. Y verlas juntas todo un placer sensorial
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