TU VIENTO


Hay días que me quedo sentada mirando cómo sopla el viento, observando sin abrir la boca. 

Veo cómo el mundo cambia del blanco al negro, cómo se forman las nubes, y el aire me mueve como si fuera una hoja caída de otoño.

No aprendo. En seguida me quedo atada a sus ciclones, que me arrastran a sus dudas y a mis miedos. 

Decir algo ahora no serviría de nada, el ruido de la tempestad ahogaría las palabras y no detendría el vendaval.

No queda más que esperar que vuelva la brisa y se calme mi tormenta interior. Cada uno tiene sus propios nudos en la garganta.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

COHERENCE / PERFECTOS DESCONOCIDOS

PLAYLIST DE CUMPLEAÑOS

RAROLARIUM