VAMPIROS DE FICCIÓN

 


Hace quince días, Kate Lynnon escribía en el blog de CYLCON un top 9 de vampiros molones porque, hoy 26 de mayo, es el día mundial de Drácula. Sí, ya sabéis, hay días para celebrar todo, pero bueno, los vampiros siempre han sido mi monstruo de terror favorito (hasta hay en mi estantería una tesis sobre el vampirismo), así que le copio la idea a mi sis (y coincido con ella en alguno de sus elegidos), y os presento mi top 10 de chupasangres. Si pincháis en las fotos, podréis ver algunos vídeos y, antes de que empecéis, os aviso de que hay spoilers:



Drácula

Ya que es su día, no podía faltar en mi lista. Además, es una de mis novelas favoritas, y eso que es epistolar. Hace años me regalaron una versión comentada, con anotaciones al margen, mapas y fotos, y con "El invitado de Drácula" de regalo. Me encanta la ambientación, las descripciones, los personajes... Un libro que te lleva hasta ese castillo en los Cárpatos, y deja esa sensación de terror romántico del siglo XIX. Y no me olvido de Bela Lugosi (que murió creyendo ser el príncipe valaco), Christopher Lee o Gary Oldman/Anthony Hopkins, interpretando el papel. Películas que también hay que ver. Eso sí, aunque muchos lo crean, no es el primigenio. Carmilla ya saboreaba la sangre de jovencitas veinticinco años antes de que se publicara la novela de Bram Stoker.


El conde Draco

El primer vampiro que llegó a mi vida fue este personaje morado de Barrio Sésamo, que padecía aritmomanía, la necesidad compulsiva de contarlo todo. No me preguntéis por qué, pero esta marioneta que contaba murciélagos, arañas, notas musicales o las veces que Natasha rechazaba sus proposiciones de matrimonio y los pinball en los que cantaban los números por los que rebotaba la bola, me parecían fascinantes. (¡Ojo!, y me lo siguen pareciendo). Un aplauso para el conde Draco, dos aplausos, tres aplausos... (Y ahora vendrían los rayos y los truenos)



Mekare y Maharet

En mi adolescencia conocí a Anne Rice y me fascinaron sus novelas. Tengo toda la saga de vampiros y de brujas (por la erótica y la religiosa aún no me decidí) y, aunque siempre he reconocido que esta mujer ha escrito algunos bodrios aburridísimos y que Lestat no me cae nada bien, la mayoría de las historias me parecen de lo más interesantes. Pandora, Armand, Benji... tienen unas tramas fascinantes, aunque "La reina de los condenados" sigue siendo de mis favoritas. En concreto, Mekare y Maharet, las dos brujas pelirrojas que no quisieron servir a la reina de Kemet y por ello fueron violadas y arrancados la lengua a una y los ojos a otra. Días después fueron convertidas en vampiras, metidas en ataúdes y lanzadas al mar, en direcciones opuestas. Mientras Maharet vaga en busca de su familia y va ganando poder con el paso de los siglos, Mekare se vuelve loca en las selvas amazónicas, pero ninguna de las dos olvida su deseo de vengarse de la reina. Eso sí, la historia buena en el libro. La película se centra en Akasha y Lestat, y hasta borran a Mekare, cargándose una parte de la historia que a mí me encanta. Aunque la banda sonora mola mucho.



Drusilla y Spike

Una de mis series preferidas es "Buffy cazavampiros". Sé que puede sonar muy adolescente, pero ni siquiera la vi cuando se emitió por televisión, sino mucho después. Josh Whedon recogió su propia película cutre y la convirtió en la historia que quería haber hecho. Me la he tragado entera y con spin-offs varias veces, y las temporadas 4 a 7 son una obra de arte. A partir de la 3ª temporada, los personajes y las relaciones entre ellos evolucionan y se hacen mucho más importantes que el monstruo de la semana. Uno de esos "monstruos de un capítulo" era la pareja de vampiros formada por Drusilla y Spike, pero su historia era tan potente y ellos funcionaban tan bien, que se quedaron para mucho, mucho más tiempo. Drusilla, por su parte, era una joven capaz de predecir el futuro, que pensaba que su don era maligno y quería ordenarse en un convento. El vampiro Ángel se obsesiona de su pureza y la obliga a ver cómo mata a su familia y a todas las monjas del convento al que huye en Praga, volviéndola loca antes de convertirla en vampiro. Ella convierte a William, el sanguinario, un poeta mediocre y patético del siglo XIX, en un vampiro sanguinario de verdad y en su pareja para la eternidad. Él se cambia el nombre por el de Spike y tiene en su haber una larga lista de cadáveres, incluyendo los de dos cazadoras. El tandem Spike-Dru funciona estupendamente como villano, porque los dos estás locos a su manera y son brutalmente obsesivos para conseguir lo que quieren, sea el amor o la muerte, lo que les vuelve crueles e impredecibles, como niños. Tanto en serie como en cómic, sus tramas siempre son buenas.



Ella

Existe infinidad de literatura vampírica y las historias de Drácula y sus congéneres se han llevado mil veces a la pantalla (no soy la única a la que le gustan). Así que, por darle un poco de originalidad, incluyo también una canción sobre estos monstruos clásicos. (Y no es la única que hay tampoco). En los 80 era muy típico hacer canciones que te destripaban la trama de una película o un libro ("La rebelión de los humanos", "Lobo-hombre en París", "El model de Pickman"...) y otras que contaban historias que bien podrían llevarse al cine. En este último grupo incluyo "Ella duerme dulcemente", de Seres humanas, en la que una joven duerme tranquilamente sin saber que acabará la noche convertida en vampira. Cuidado con las ventanas abiertas...

"La niebla oculta la bandada,
las calles no saben gritar,
las ventanas son las puertas
por donde ella escapará"



Santánico Pandemonium

Ya que estamos con referencias musicales, hay que recordar a Santánico Pandemonium, el personaje de "Abierto hasta el amanecer" interpretado por Salma Hayek. Esta  mexicana es la hija mestiza de un verdugo y una reina vampiro y termina convirtiéndose en la princesa de los vampiros, aunque no lo parezca, porque la conocemos sobre todo por la escena en la que baila con una serpiente en La teta enroscada. Una de las escenas más sexys del mundo vampírico (y no vampírico también).



Eben Olemaun

Me gustó mucho la estética del comic "30 días de oscuridad" y la historia también. Un grupo de vampiros decide ir a Barrow, un pueblo de Alaska, donde hay treinta días sin sol debido a su proximidad al Polo Norte. No es que haya mucha gente allí, la mayoría de sus habitantes se instalan en otras poblaciones cercanas, que al menos disfrutan de unas horas de sol al día, pero un mes con un coto de caza privado, aunque sea con pocas piezas, es demasiado llamativo para el grupo de monstruos. Eben es el sheriff de Barrow y, el día antes de que empiece la temporada de noches, descubre que alguien ha robado y quemado todos los móviles de la ciudad. Poco después incendian la torre de comunicaciones. Y llega la oscuridad. Un mes de pesadilla para los humanos que consiguieron aguantar a la primera noche. Pero como todo buen héroe, Eben se sacrificará para que queden supervivientes que vean la nueva puesta de sol. El único de esta lista que se convierte a sí mismo en vampiro sin que le muerdan, inyectándose sangre de un infectado.



Cassidy

Un amigo me regaló un dibujo de Cassidy mucho antes de que yo supiera quién era. Años después me prestaron los cómics, y las aventuras de este vampiro, Jesse y Tulip me engancharon un montón, y eso que me lo hicieron pasar mal en algunos momentos. Cuando sacaron la serie y habían cambiado a la Tulip red neck por Ruth Negga, teniendo que modificar todo el primer arco argumental, me pareció fatal. Todos los personajes, menos ella, son clavados al comic. Pero al final, la actriz lo hace tan bien y la nueva historia es tan buena, bestia y gamberra, que nos tiene fascinados a mi padre y a mí. Cassidy siempre fue mi personaje favorito, un vampiro lleno de tatuajes, más aficionado al alcohol y las drogas que a la sangre humana. Fiel a su manera, un poco como Spike, lo que le hace encantador. Además, el actor Joe Gilgun es uno de mis extraños fetiches, con su pinta de yonki de Europa del este. Eso sí, la historia en la que conoce a un grupo de nuevos vampiros que actúa como si hubiera salido de las páginas de Anne Rice, mejor leedla, que es infinitamente mejor en el comic.




Blancanieves

Sí, habéis leído bien, Blancanieves como vampiro. Neil Gaiman crea este personaje terrorífico en su relato "Nieve, cristal, manzanas". En esta revisión del cuento clásico, narrada por la madrastra, Blancanieves es una linda niña de piel blanca y fría como la nieve, pelo y ojos negros como alas de cuervo y los labios de un rojo tan oscuro como la sangre. Dulce y encantadora si no se aparece por la noche en tu habitación como una pesadilla, para clavar sus pequeños y afilados colmillos en tus venas. Pero, ¿cómo estarás segura de que no ha sido solo un sueño? A la mañana siguiente, solo quedará una cicatriz en la zona en la que te mordió, que parece tan antigua que es imposible que te la hicieras anoche. Entonces, ¿por qué no la recuerdas sobre tu piel?





Los 3 pendencieros

Reconozco que nunca se me habría ocurrido si no lo hubiera puesto Kate, pero cierto es que se merecen un puesto, y de honor. Estos cuatro macarras, que se autodenominan los 3 pendencieros, son unos buenazos, pero es que cuesta llegar al fondo, porque la superficie acojona. Van por ahí con su ropa de cuero, sus cadenas y sus bates, en una furgoneta pintarrajeada, lanzándose encima de quien tiene problemas. Y es que son vampiros psíquicos, y se alimentan de la energía de la gente. Esto le viene muy bien a Amanda, que tiene paradibulitis, una enfermedad en la que imagina lesiones y siente su dolor. Estos cuatro muchachotes se comen sus horribles sensaciones y ella, que por fin puede vivir sin miedo, se convierte en su inseparable compañera. Maravilloso equipo de una de las series más locas que he visto: "Dirk Gentley" (Y no solo lo digo porque me gusta mucho Michael Eklund en sus papeles de tarado violento con buen fondo)

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