MARRÓN

Imagen: madera

Palabra: tierra

Comida: brownie

Libro: "Como agua para chocolate", de Laura Esquivel. Fue mi primera historia de realismo mágico y me enamoró. Me encanta la historia de Tita y toda la magia que la rodea, su amor inevitable, la imaginería mexicana y la vida transcurrida en la cocina. Ese aprendizaje entre cazuelas y fogones, de abuelas a madres y a hijas, generaciones añadiendo especias a los guisos, como si se tratase de hechizos. Y es que los golpes de la vida se llevan mejor con recetas ricas,  con música y con buena literatura.

Película: "Black snake moan", de Craig Brewer. ¿Qué hay más marrón que el blues del Mississipi? Esta película está llena de música que salva de la amargura, música que te saca el demonio de dentro, música para expiar los pecados... Cada nota entra en tu cuerpo, marrón como el fango, como un café sin azúcar, como una taza de chocolate espeso, hasta conseguir salvarte de ti mismo. Una película imprescindible.

Canción: "Brown eyed girl", de Van Morrison. Historias, recuerdos de amores de juventud, de piel morena y ojos marrones llenos de sol. Esta vez he elegido la primera canción que me ha venido a la cabeza al pensar en marrón. Está considerada una de las quinientas mejores canciones de todos los tiempos y tiene versiones fieles, cañeras, punks, de ska y hasta en castellano: "La chica de los ojos cafés". A mí se me cruza Fito cuando la oigo, porque ahora ya no puede evitarlo: "Quiero mirar tus ojos del color de la Coca-Cola".