SEÑOR IBIS

Un tintero y una pluma que se sumerge en tinta negra. Un gran libro y un cordón que señala una página en blanco, en la que una mano escribe con una cuidada caligrafía: “Llega a América 813 c. E.”

El que está escribiendo sobre la llegada de los dioses a América es Thot, el dios egipcio de la sabiduría, la ciencia, la magia y las artes.

Era un dios lunar, que medía la luz que dejaba Ra en el cielo y, gracias a eso, estableció el primer calendario y comenzó a conocérsele como “El regulador de las crecidas de las aguas”.

Él inventó todas las palabras del lenguaje articulado y la escritura jeroglífica, para documentar los pensamientos, las palabras y los actos de los seres humanos en la Sala de las dos Verdades. Y además de ser el escriba, era también el juez que asistía al pesaje de las almas durante el juicio de Osiris, para dejar constancia escrita del veredicto.

También participa en los juicios de los dioses, es quien se encarga de organizar las asambleas y tiene la capacidad para dirigirlos.

Lleva un cráneo de pájaro colgado al cuello, porque en la antigüedad se le representaba como un hombre con cabeza de ibis. Los pájaros, como en muchas mitologías, conocen los secretos del mundo que sobrevuelan, así que es un símbolo más de su sabiduría.