EL LAMENTO DE LA SERPIENTE NEGRA
Rae tiene corazón de blues. Tiene unos enormes ojos verdes encima de una sonrisa que tapa la verdad. La chica es un suspiro en el aire debajo de su camisa verde. Y debajo nada. El alma de Rae es negra como un gemido, como un perro negro. Toda ella es un pozo de brea, que intenta que la vean brillar para iluminar su vida. La suciedad le come la cara, pero es guapa y si la miras demasiado tiempo se te acaban olvidando sus pecados y empieza a hablarte suave, rozándote el cuello, y te despiertas a su lado, con sabor a veneno en la boca. Luego se va al bar, porque pasa más tiempo allí que sentada a la mesa, retorciéndose como una serpiente, deslizándose entre los que viven en la noche, buscando otra piel caliente que la vea brillar. Hasta el alba no consigue dormir, con su música de negros retumbando en las paredes. Su calle se despierta con lamentos ajenos que tiñen los pasos de notas graves y parece que sus sueños son tranquilos. Pero es Rae y un poc...