BIG FISH

 

Ayer fue el día del padre y pensé que podría estar bien escribir una entrada sobre el libro preferido del mío ("El amor en tiempos del cólera"). O hablar sobre alguna película que hubiéramos visto juntos y me marcara de alguna manera. Pero no caía en cuál podría ser. Así que me puse a buscar en Google "películas de padres" y la decisión estuvo clara.

Big fish trata sobre un hijo y los recuerdos que tiene de su padre, que está a punto de morir. William cree que todas las historias que su progenitor le ha contado sobre su vida son mentira, porque tiene la costumbre de contar anécdotas rocambolescas sobre gigantes, circos, mellizas, narcisos o peces monstruosos, como si fueran reales. Y resulta que a todo el mundo le encanta escucharlas, menos a él. A William le gustaría que, por una vez, su padre le contase algo que fuera verdad, saber algo de su pasado.

En este viaje por el presente y los recuerdos, descubriremos junto a William que, algunas veces, la realidad es lo que queramos hacer con ella. Y me parece algo maravilloso. Yo, que he crecido con un padre que cuenta millones de historias que le pasaron, (y qué he heredado su capacidad de vivir historias inverosímiles) sé que, si se ponen en una novela, nadie sabría decir a ciencia cierta cuáles son reales (probad con "El efecto California") 

Tim Burton, desde luego, es uno de esos directores que también cuenta sus historias de una forma muy peculiar, aunque reconozco que le tengo un curioso amor-odio. Me encanta la estética y la temática de sus películas pero, al final, siempre hay algo por lo que no terminan de enamorarme. Menos en esta película. Big fish me parece una de las historias más bonitas que alguien podía contar. Si no la habéis visto, no sé a qué estáis esperando. Aprovechad el primer hueco que tengáis para hacerlo. (Y si alguna vez conseguimos llevar a escena "Calloway's circus", no os perdáis tampoco nuestro pequeño homenaje ;P)

Hasta entonces, solo puedo deciros que las palabras mueven el mundo, que no cambiaría ni una sola de las que mi padre me ha contado y me cuenta, y que me divierten cada vez, que adoro tener recuerdos sentada en las rodillas de mi abuelo mientras me leía "Corría, corría Kika la pastora...", que las historias y los cuentos dan forma a la persona que soy y a mi manera de entender la vida y que, en fines de semana como este, con el San José de por medio, me hace feliz seguir teniendo quien me los cuente cada día.