TRUCO DE MAGIA
Aprendí de pequeño a hacer trucos
con cuerdas y pelotas. Al crecer me aficioné a las cartas y después quise
probar con las grandes ilusiones.
El día en el que por fin me puse
frente al público todo eso no me sirvió de nada. Mi ayudante estornudó desde el
doble fondo de “la mujer aserrada”, perdí el tres de tréboles y todos pudieron
ver lo que escondían mis mangas.
Aun así, fue un gran éxito. La
gente dijo que nunca había visto un mago mejor y es porque cuando intenté sacar
un conejo de mi chistera, lo que sostuve ante los ojos de todos los presentes
fue sencillamente mi corazón.
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